Noche Fría y no sólo por el frío fue anoche.
La Artista Islandesa realizó un concierto musicalmente impecable, dandole aún más vida a su música, con una puesta en escena genial, vistas de los maravillosos sintetizadores, casi hipnotizantes, los nuevos intrumentos: uno al estilo fruity loops y otro muy genial de esferas con figuras geométricas adentro que se modificaban al girarlos y acercarlos al centro, siendo modificado el sonido si se interrelacionaban.
Debo decir que sentir la música de Björk en vivo es otra cosa. Las melodías de su voz, los bronces que jugaban entre ellos, los gigantes bajos de los sintetizadores, las luces, forman un producto demasiado genial e imperdible.
Especial momento fue cuando canto Hyperballad, cuando se le agregaron algunas bases cerca de la mitad y comenzaron las luces y parafernalias de papelitos voladores que causaron que el público saltara desde los VIP TOP a la Galucha.
Otro punto anecdotario fue el vínculo entre Cancha y los VIP. La Cancha estaba muy atrás, ya que la mitad de el lugar era ocupado por los VIP que estaban achoclonados hacia adelante, así que mucho espacio muerto. La gente no contenta con eso, apenas el guardia miraba para el otro lado, saltaba por la reja y corría a perderse con los que pagaron 80 lucas . EN un momento casi al final , toda la cancha se trató de meter al sector más privilegiado, dejando inermes a los carabineros y guardias. Debo decir que estar ahí cerca que sea un rato, fue maravilloso, el espectaculo visual y auditivo era mucho más intenso y ella, de cerca, otra cosa También.
Pero no todo es feliz. Björk fue muy criticada por los presentes por su hora y media de concierto y por la frialdad que la caracterizó anoche, se escuchó sólo unos “gracias” extrañamente acentuados y en un momento habló algo corto en el Encore.
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